
Después de Venecia, Bari y Corfú paramos en Santorini, Grecia.
La isla de Santorini forma parte de las islas Cícladas, que son islas de origen volcánico. Santorini tiene forma de media luna porque en el año 1650 a.C el volcán de Tera, que estaba en el centro, entró en erupción y la isla voló por los aires.

Fue la erupción más grande en los últimos 10.000 años y se cree que fue la causa de la desaparición de la civilización minoica, debido a los terremotos y aremotos que probocó. Lo que quedó fue lo que conocemos hoy, una isla con forma de media luna, con la caldera del volcán en el centro.

El puerto de Santorini se llama Athiniós y no es lo suficientemente hondo como para que puedan atracar los cruceros. Para llegar tuvimos que subirnos en unas lanchas que vinieron a buscarnos hasta el barco. Las lanchas nos llevaron hasta donde nos esperaban los autobuses.
El pueblo de Oia
Primero fuimos a un viñedo y después a la ciudad de Oia, al norte de la isla. Hacía muchísimo calor pero en Oia hay que pasear por las calles porque las vistas son increíbles y hay rincones muy bonitos. El cielo azul, las casas blancas, las cúpulas azules…
La Iglesia de Panagia Platsani se construyó originalmente dentro de los muros del Castillo de Oia, pero se trasladó a su ubicación actual en el centro de la ciudad después del terremoto de 1956.




Fira
Después fuimos al pueblo de Fira, el lugar con más habitantes de la isla. La verdad es que a mí Fira me pareció menos pintoresco que Oia, pero al estar también en el acantilado tiene buenas vistas.
En Fira fuimos al Museo de Prehistoria de Thera para escapar del calor. Aquí hay objetos que han encontrado en las excavaciones del sitio arqueológico de Akrotiri. Es muy interesante ver como vivían los isleños de hace siglos, todo tiene miles de años pero algunas cosas parecen modernas, como esta mesa del siglo XVII a.C.



Para bajar al muelle (puerto antiguo de Fira) donde nos iban a buscar las lanchas se podía ir en teleférico, en burro o andando. Yo quería bajar en burro pero al final fuimos en teleférico, que es lo más rápido pero lo más aburrido.



Atardecer desde el barco


Un comentario en “Santorini, la isla azul y blanca”